El tiempo no pasa en balde e incluso en las construcciones pasa factura. Con los años se van desgastando y es necesario – y obligatorio- revisar la salud de los edificios. La Inspección Técnica de Edificios es un examen técnico de la construcción de inmuebles que se encarga de revisar e informar como se encuentra el edificio: conservación, accesibilidad o certificación energética. Es decir, su objetivo es comprobar que las construcciones se encuentren en buen estado; “tengan buena salud”.

¿Cuándo tiene que pasar la Inspección Técnica (ITE) un edificio?

Dada su importancia, la Inspección Técnica de Edificios es un procedimiento regulado por la ley. De esta forma, se establece que deberán pasar la ITE todas aquellas construcciones con una antigüedad superior a los 50 años que estén destinadas al uso residencial en municipios que superen los 25.000 habitantes.

Cada comunidad autónoma puede determinar sus plazos y requisitos, sin embargo, las condiciones mínimas de conservación son comunes a todas. Estas son aquellas que conciernen a la salubridad, accesibilidad u ornatos.

¿Quién realiza la ITE?

Debe ser realizada por arquitectos, arquitectos técnicos o aparejadores, pero son las propias comunidades de propietarios las que deben contactar con ellos cuando llegue el momento de la revisión. Una vez realizada, se deben llevar a cabo las modificaciones o mejoras que se consideren necesarias.

¿Qué se revisa durante la Inspección Técnica de Edificios?

La ITE se encarga de confirmar que el edificio cumple con los requisitos de seguridad, accesibilidad, salubridad y ornato establecidos por la ley.

Para ello, se realiza un análisis de la estructura del edificio, cubiertas, azoteas, fachadas, paredes, instalaciones de fontanería y saneamiento…